Por Juli Jimena
El ciego no es el que camina por la calle con un bastón y un perrito. No es el que pide ayuda para atravesar la calle o el que lleva gafas porque le molesta la luz.
El auténtico ciego es la sociedad, aquella que tú llamas amigos, hermanos y familia. Esa sociedad que hace prostituir a las mujeres y al mismo tiempo mata a los niños arrancándoles el corazón porque ya no verán a su mamá.
Es aquella donde nuestro cuerpo tiene un precio, dónde pagamos por el aire que respiramos, donde no tienes nunca el derecho de ser tu mismo.
Por Leandro Gómez
A horas de haber culminado nuestro primer trayecto, me encuentro fuera del lugar donde pasaremos la noche.
Pienso y creo fuerte que jamás es tarde para empezar a escribir las crónicas de nuestras vidas, menos aun cuando las experiencias quedan marcadas en nuestra piel, como tatuajes intangibles, quienes desde el fondo del alma regocijan por el profundo hecho de haberlos vivido.
Hemos estado en la boca del lobo y días atrás acompañado a los rebaños que luchan en contra del mismo. Debemos, día a día ser cada vez más conscientes y capaces de inclinar el corazón hacia estas causas, llevadas adelante por justos y justas.
Hemos estado en el nido de la serpiente, con la compañía de águilas, las cuales, con sus alas dan su vida por cada uno de nosotros, sus huevos o pichones, quienes directa o indirectamente, somos participes de su lucha. Ellos quienes, con Lucifer en frente, tienen dentro suyo la certeza de que un mundo mejor es posible. Aquellos quienes, con inteligencia y firmeza en su voz hacen temblar los eslabones más altos de gobiernos, aquellos que con su sola presencia intimidan a las bestias, que con todo el dinero del mundo y el poder no logran acallar aquellos gritos.
Por Mariela
En los días que pasaron los chicos de Our Voice por Cardales me han permitido ser testigo de la Gran Obra maravillosa y sobre todo misericordiosa de Nuestro Padre que incansablemente nos ofrece su Amor infinito del cual se alimenta nuestro espíritu, fuí testigo también de la fuerza arrolladora que se despliega a través de ellos donde las almas moribundas del mundo pueden beber del néctar delicioso de este Amor que ya casi no existe en este mundo. Amor que despierta, Amor que libera del velo del engaño, Amor verdadero y sobre todo justo, Amor del que el mundo se ha olvidado.
Él es el gran Amor que se dona y como un acto de Justicia dará su veredicto a esta humanidad corrupta y desobediente y sólo por Amor. Yo fuì testigo del Gran Amor del Padre hacia nosotros.