-
Detalles
-
Visto: 247
Por Alicia Conti

Como cuando alguien se acerca al fuego de un hogar encendido en pleno invierno, así mi corazón se fortalece, reanima y consuela con el abrazo y la sonrisa de la presencia del Cáliz de la Comunión Crística, nuestro amado Maestro Giorgio.
Con su sola presencia, mi hambre y mi sed de Justicia se sacian, mi ansiedad se torna en dulce espera, mi desánimo en optimismo furioso, mi incomprensión en tolerancia, mi cansancio en fortaleza inquebrantable, mi amor débil en pasión fecunda y mi admiración humana en admiración divina.
Leer más...