Por Elisabetta Montevidoni
Giorgio, así como Juan el Bautista, es una voz que grita en el desierto, que se desespera y que no es comprendido por la gran mayoría, aquellos que están condicionados por la benevolente hipocresía del catolicismo que muestra a un Dios infinitamente misericordioso que perdona siempre.
Si la mayor parte de los católicos leyeran el Evangelio podrían digerir el mensaje de Giorgio que anuncia el inminente juicio con el Regreso de Jesucristo porque las palabras de Jesús son aterradoras y no sólo llenas de amor.
Así como Juan el Bautista Giorgio denuncia la corrupción del poder y precisamente el día anterior a la conferencia escribió una editorial sobre el Estado-mafia que pactó la muerte de dos grandes hombres justos Falcone y Borsellino, y también divulgó dos mensajes celestes, uno dirigido al Papa invitándolo a dimitir y el otro acusando a la institución Vaticana como indigna representante de Cristo en la Tierra. Y así como Giordano Bruno, Giorgio es tildado de hereje por la institución católica, a causa de las innovaciones del mensaje que transmite, por la novedad de llamar extraterrestres a los ángeles de Cristo. Pero, ¿acaso no fue Jesús quien dijo que “En la casa de mi Padre hay muchas habitaciones”? ¿Y después que el hombre llegara a la Luna y a Marte es tan difícil creer hoy en el 2012 que hay otros planetas (habitaciones) habitados y que no somos los únicos habitantes del Cosmos?|
Hay seres que viven en la dimensión de la Luz y éstos son los ángeles superiores, pero también hay ángeles físicos que viven en la dimensión material, en otros planetas y que ellos también desean la mejoría de nuestra vida porque ellos también conocieron al Cristo y a diferencia de nosotros los terrestres no rechazaron la redención, superando así los valores negativos materiales y viviendo hermanados en los valores cristicos.
Lamentablemente para nosotros los humanos no será tan simple evolucionar hacia la angelicidad porque el hombre sigue eligiendo la guerra, el hambre, la violencia el dominio y la supremacía de unos sobre otros, pero también la apatía y la indiferencia, que son la más grande contradicción de este planeta y por lo tanto llegaremos a la súper civilización sólo a través de una gran selección de almas merecedoras que hayan sacrificado su vida para cambiar el destino del mundo.
Giorgio nació en este mundo para testimoniar la Verdad y despertar nuestra conciencia para que podamos salvar nuestra alma y evitar la muerte del espíritu, pero él sólo puede sensibilizarnos, gritar y desesperarse con pasión y puro sentimiento altruista, porque conoce la Justicia Divina y la Ley de Causa y Efecto y sabe que nos queda poco tiempo para hacer la elección definitiva y ponernos del lado del Bien.
Elisabetta Montevidoni
Secretaría de “Dal Cielo alla terra”
www.giorgiobongiovanni.it
Sant’Elpidio a Mare (Italia)
25 de Junio de 2012