
Y si para Bongiovanni el pasquín escrito en su contra constituye casi un motivo de “orgullo” adecuado para evidenciar y sufragar la milenaria persecución contra el libre pensamiento y la libre expresión, para el Vaticano “Le carte segrete di Benedetto XVI°” (Los documentos secretos de Benedicto XVI), dada su obsesiva postración por el mediático aparentar, se transforma en una ulterior pérdida de credibilidad y en una gran incomodidad al punto de pedir, como si estuviéramos en el último de los “países bananeros” de turno, la censura del libro.
A la luz de todo ello, para aquellos que poseen “ojos para ver” y “oídos para oír” será imposible que no noten la íntima y estrecha relación entre ambos acontecimientos. Incluso la mayor parte de aquellos que lleguen a conocer los hechos, se percatarían de cómo están las cosas.
Una clara señal que advierte de no elevar el “nivel” de la persecución con respecto a los “Hijos de Dios”, sino en su lugar enmendarse, por lo tanto arrepentirse y alejar los funestos presagios delineados con perfecto diagnóstico histórico-profético por Juan en los capítulos 17 y 18 del Apocalipsis.
De lo contrario la Iglesia de Cristo, o bien ese conjunto de grandes energías espirituales que “sienten” y pretenden vivir el Evangelio.., será una cosa, el Vaticano y la Jerarquía, otra completamente diferente.
“¿Un discernimiento espiritual?”
Si, y están todos los elementos. Para tantos, para muchos...
R. P.
Gaggi (Messina)
27 de Mayo de 2012
PABLO = El Apóstol de las Cartas
GABRIEL = El Ángel que anuncia
NOSTRADAMUS, centuria X, cuarteto LXV:
“¡Oh vasta Roma, tu ruina se acerca!
Ni de tus muros, de tu sangre y sustancia:
El áspero por letras hará tan horrible atentado,
Hierro puntiagudo metido en todos hasta la empuñadura.”